Escrito por: Joohn Raúl Oblitas Carreño
Miles de años costó crearse y reunirse para que la indiferencia la destruya en un instante.
Cada vez se siguen descubriendo más centros sociales de hace miles de años, que sentaron las bases de lo que ahora conocemos por sociedad. Primero Chavín, luego Caral y mañana seguirán apareciendo nuevas muestras de culturas, una más antigua que la otra.
Realmente somos un país basto, tan lleno, tan rico. Tenemos grandes arquitectos que nos han dejado verdaderas obras de arte como La Huaca del Sol y La Luna, el Centro astronómico y religioso Pachacamac o La Hacienda de Punchacuca.
Gozamos de la más fina habilidad de nuestros escultores y de sus obras como el Lanzón Monolítico y La Estela de Raymondi, en textiles los Paracas son los más diestros de este rincón del mundo llamado Perú.
La música en nuestro territorio es un dulce que está en boca de todos, ya que todas las culturas, que llenaron de sabiduría milenaria a nuestro país, gozaban el gran don de crear música y así podemos continuar con un sin número de dotes de nuestros antepasados, no solo pre inca, sino también inca, virreinal y republicano.
Arquitectura, escultura, textiles, música, literatura y centros históricos de nuestra lucha por la emancipación son algunos de los bastiones que sostienen parte de nuestro patrimonio, pues seguir hablando de nuestra habilidad para crear podría llegar a sonar un auto bombo, aspecto que quiero evitar en este ensayo.
El patrimonio del Perú es muy valioso, pero ¿es realmente valioso para los peruanos?
En una conferencia referida al cuidado del patrimonio cultural, la historiadora Mariana Mould de Pease señaló que frustró el hurto por parte de extranjeros que querían sacar del Perú cerámicas y ornamentos de oro y plata que se encontraban en La Fortaleza de Machu Picchu. La historiadora ha dedicado parte de su vida a recuperar y cuidar el patrimonio del Perú.
Durante su exposición, mencionó el estado de olvido y de acidia en el que se encuentra La Hacienda de Punchauca, lugar donde se reunió el virrey La Serna y Don José San Martín para negociar la independencia del Perú.
En esta hacienda la empresa de transporte 11 de noviembre estableció su último paradero, dañando la imagen del lugar y desprestigiando su categoría de patrimonio Cultural dijo Mariana Mould de Pease.
También habló del Centro Histórico de Lima, como La Casa Osambela u Oquendo, que hoy sirve como lugar cultural; La Casa de Torre Tagle y el Palacio Municipal, lugares que aún se mantienen en buen estado ¿Será a caso porque se encuentran cerca a la casa del presidente, y si fuera el caso, qué pasa con aquel patrimonio que está fuera del centro, es que acaso no es importante?
Antonio Raymondi tuvo mucha razón cuando dijo: El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro, pero a esta frase yo le agregaría la palabra tonto, es decir El Perú es un mendigo tonto sentado en un banco de Oro.
Es tiempo de recuperar lo que nos pertenece, ya pasó la etapa en que pensábamos: Cómo no es mío, no lo cuido, claro que es tuyo y el de él y el de todos. Tenemos que sentar bases fuertes que respalden el cuidado y la protección de nuestro patrimonio y no dejar que cualquier hijo de su madre patria venga a robarse nuestras cosas. Pues, es el colmo que los demás países además de venir a robarnos nos pongan condiciones para devolver lo que por derecho es nuestro.
Ya en estos últimos años, Chile le dijo al Perú que solo devolverá los seis mil libros que se llevó durante la invasión chilena al Perú, si es que este construye un museo para albergar estos textos
¿No es acaso vergonzoso y humillante que otro país nos diga que hacer con nuestro patrimonio histórico? No es que Chile sea el gran samaritano que se preocupa por los libros, sino que ya empieza a poner obstáculos absurdos para demorar la devolución de estos escritos que datan de la época de la conquista.
Un país que cuida lo que es suyo, es un país que valora su pasado y a su gente”
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