(Foto: Contigo TV)
Redactado por:
Keyla Parreño
El embarazo psicológico es aquel que ocurre cuando una mujer cree estar embarazada, sin estarlo realmente, presentando síntomas y signos propios de la gestación. Este tipo de embarazo figura dentro de los llamados trastornos somatomorfos y representa una de las condiciones más debatidas dentro del campo de la psicología.
En la actualidad, se considera un síndrome extraño por su mínima presentación, pues
aproximadamente un 0,005% de las mujeres embarazadas lo sufren pudiendo aparecer tanto en mujeres jóvenes como en aquellas cercanas a la menopausia.
Los síntomas que se presentan en el cuadro clínico habitualmente son:
Amenorrea
Aumento del volumen abdominal, sin borramiento del ombligo. El ombligo invertido permite establecer el diagnóstico diferencial con el verdadero embarazo.
Aumento del tamaño de los pechos (llegando a segregar leche en algunos casos).
Sensación subjetiva de movimientos fetales.
Aumento del volumen uterino y ablandamiento del cuello uterino.
Náuseas y vómitos.
Aumento de peso, generalmente mayor que en el de los verdaderos embarazos.
Algunas mujeres pueden presentar niveles elevados de gonadotropina.
Asimismo, un especialista puede diferenciar un embarazo psicológico de uno real mediante
exámenes que demuestren la ausencia de latido fetal. Tampoco se verá en ultrasonidos ni en
ecografías. Una vez descartado el embarazo, se recomienda terapia psicológica cuya duración suele variar dependiendo de la gravedad de la sintomatología psiquiátrica asociada y del grado de aceptación del trastorno.
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