Luz artificial de noche: el enemigo silencioso de tu mente y cuerpo
- agencia ultimahora
- hace 3 días
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La exposición a la luz artificial durante la noche, incluso de forma sutil, tiene efectos profundos en nuestro cuerpo y mente.

Estudios recientes, como los liderados por el neurocientífico Randy Nelson de la Universidad de West Virginia, han demostrado que esta “contaminación lumínica” no solo perturba el sueño, sino que también desencadena neuroinflamación, debilita la respuesta inmune, altera el metabolismo y puede elevar la incidencia de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Situaciones comunes, como dejar la televisión encendida o usar pantallas con brillo nocturno, interfieren con la producción de melatonina, hormona esencial para el descanso y la regulación del reloj biológico.
El reloj circadiano, ubicado en el hipotálamo, regula funciones vitales como el sueño, el apetito, la temperatura corporal y la secreción hormonal. La luz artificial, sobre todo la emitida por pantallas LED de tonos fríos, envía señales erróneas a este reloj, desajustando el equilibrio del cuerpo. Este desajuste se ha vinculado directamente con mayor resistencia a la insulina, síndrome metabólico, aumento de peso y una elevación en los niveles de inflamación cerebral, lo que repercute en el estado de ánimo y aumenta el riesgo de depresión y ansiedad.
Más allá del deterioro cognitivo, también se ve afectada la función inmunológica: la exposición nocturna a luz artificial puede suprimir las defensas naturales o inducir una respuesta inflamatoria excesiva . Además, existe evidencia de que la exposición prolongada a luces exteriores intensas durante la noche puede elevar el riesgo de enfermedades cerebrovasculares, como los accidentes cerebrovasculares.
Por fortuna, los expertos proponen varias medidas simples y accesibles que pueden marcar una gran diferencia. Recomiendan reducir la intensidad de luz antes de dormir, evitar la exposición a pantallas en las horas previas al sueño y optar por luces con tonos más cálidos al anochecer. También se sugiere reforzar la oscuridad en los dormitorios mediante cortinas opacas y fomentar la exposición a luz natural durante el día, lo que ayuda a reforzar la sincronización del reloj biológico. Fuente: Infobae Redacción: Jhostin Garcia
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