El paro de transportistas refleja una consecuencia de las extorsiones y de las bandas criminales, que están costando millones a la economía y amenazando la sostenibilidad del sector empresarial.
Fuente: Infobae
El 26 de septiembre, muchas empresas de transporte cesaron sus operaciones. Estas protestas son una manifestación de la profunda problemática que enfrentan debido a las extorsiones y actos de violencia, lo que pone de relieve el creciente poder de las bandas criminales en el país.
Varias líneas de buses que sirven a distritos como Puente Piedra, Comas, Carabayllo, Los Olivos, Independencia, San Martín de Porres, Ventanilla, San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador, San Juan de Miraflores, El Agustino y Santa Anita han suspendido sus servicios en protesta, exigiendo al Gobierno de Dina Boluarte que tome medidas para combatir la delincuencia y las organizaciones criminales.
Se estima que cada media hora de paro en el transporte genera una pérdida de S/8 millones para la economía peruana. Sin embargo, esta protesta también refleja la verdadera raíz del problema: la inseguridad ciudadana provocada por organizaciones criminales. Las extorsiones afectan no solo a las empresas de transporte, sino también a negocios locales como bodegas y restaurantes, lo que podría tener un impacto económico aún mayor
Redactado por: Thalia Castillo
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