top of page
Foto del escritoragencia ultimahora

Columna: Gastronomía 7, Agricultores 0

Actualizado: 20 ene 2021



Por: Joohn Raúl Oblitas Carreño


Desde hace mucho tiempo el sector agricultura, su sistema y su modo de pago ha caído en una burbuja donde el tiempo se ha detenido. La frase: “Ojos que no ven, corazón que no siente” y “barriga llena, corazón contento”. Sin embargo, si hay ojos que nos ven y es la de nuestra conciencia y hay barrigas que, a pesar de darlo todo en la chacra, no tienen el corazón contento, pues están vacías.


Ya saben a qué me refiero ¿verdad? Sí, al sector agricultura. Es increíble razonar así. Perú, país famoso por su gastronomía, tiene secuestrada con grillete en la cocina a su ‘pela papas’, ¿que quién es? El agricultor, por supuesto. Es aún más impensable que un plato gourmet cueste 50 o 70 soles o simplemente lo que se les ocurre cobrar a los chefs. Mientras que un agricultor vende un saco de papas a menos de un Sol el saco.


En la época del Incario, el agricultor estaba bien reconocido, era el sabio del asentamiento humano, pero con la invasión europea. Pasó a ser una máquina que mantuvo obesa a la ya obesa Europa. Nuestros hermanos agricultores merecen una vida más solvente. Basta de concebir a un agricultor como lo hacemos, una persona sin estudios que no le queda de otra más que dedicarse a trabajar la tierra y que tiene hijos porque no saben planificar, quién les ayudará a cubrir las hectáreas y el cuidado que estas merecen ¿lo harás tú? No lo creo.


¡Ya basta de ser cómplices! ¿Quién, nosotros? Sí, TODOS NOSOTROS. ¿En qué forma? Cuando callamos, cuando marchamos solo por aspectos que le incumbe a la ciudad. Mientras que nuestros hermanos se conforman con lo que les cae, después de levantarse de madrugada por varios meses para ganar lo mínimo e invertir para la próxima siembra. ¡Claro! es que su tiempo no importa ¿verdad? “Como no soy yo”. Basta de egoísmos, seamos empáticos.


Se debe capacitar al sector agrícola para que sean los mismos agricultores quienes vendan su producto al mercado, donde los intermediarios no determinen e inflen los precios de los productos. Cómo es posible que paguemos dos soles por un kilo de papas cuando al agricultor se le paga menos de dos soles por un saco de las mismas.


No solo basta ser el primero para el mundo, también lo tenemos que ser para nosotros mismos. Reivindicación para nuestros agricultores. No dejemos que los agricultores bajen a segunda.




6 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page