El cóndor andino, majestuoso habitante de los cielos andinos, desempeña un papel ecológico crucial como carroñero, acelerando la descomposición de animales muertos y reduciendo el riesgo de enfermedades asociadas a la putrefacción.
Foto: Usil blogs
Además de su impacto ambiental, esta ave posee una importancia evolutiva única como una de las siete especies de buitres americanos conocidos por su excepcional sentido del olfato, una rareza en el reino de las aves.
Con una envergadura que puede alcanzar los 330 cm y una altura de aproximadamente 142 cm, el cóndor andino se extiende a lo largo de los Andes, desde Colombia hasta la Patagonia chilena y argentina, incluyendo Perú, Ecuador y Bolivia. Más allá de su presencia física, ha sido un elemento vital en la mitología y tradiciones andinas a lo largo de los tiempos, siendo considerado inmortal por los incas y representante del Jananpacha, la tierra celestial y del futuro.
Sin embargo, este emblema de los cielos andinos enfrenta amenazas significativas. Su población naturalmente escasa, con amplios rangos de acción y bajas tasas reproductivas, se ve amenazada por la persecución, envenenamiento ilegal, caza no regulada para eventos culturales y efectos del cambio climático.
Para abordar estos desafíos, se está llevando a cabo un esfuerzo regional. Desde Perú, se brinda apoyo técnico al Ministerio de Agricultura y Riego en sus iniciativas de conservación. Un proyecto conjunto con el Laboratorio de Ornitología de Cornell busca trazar un mapa detallado de las áreas de hábitat del cóndor utilizando la ciencia ciudadana y entrevistas, identificando amenazas potenciales y actores clave.
En la lucha por su supervivencia, el cóndor andino no es solo un ave; es un símbolo arraigado en nuestra cultura y ecosistema. Trabajamos incansablemente para garantizar que siga surcando los cielos, representando la fuerza y la libertad de los Andes. Nuestro compromiso es con un futuro donde el cóndor andino sea una inspiración eterna para las generaciones venideras.
Fuente: WCS PERU
Redactado por: Natali Tarazona
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