En las enigmáticas selvas de Centroamérica y Sudamérica, el Leopardus wiedii, también conocido como Tigrillo Fino o Tigricho, destaca como una joya en el mosaico de biodiversidad, aunque enfrenta una amenaza latente para su supervivencia. Profundicemos en la fascinante historia de este felino y las peligrosas circunstancias que lo rodean.
Foto: Walter Bello Villalobos
Este pequeño depredador es oriundo de un vasto territorio que se extiende desde Argentina hasta Venezuela. En Ecuador, el Tigrillo Fino se desplaza desde la Costa hasta la Amazonía, adaptándose a diversos entornos, desde bosques secos hasta tropicales y subtropicales. Sin embargo, su presencia se ve amenazada en áreas alteradas por la actividad humana.
Características distintivas:
Con una longitud cabeza-cuerpo que oscila entre los 50 y 66 cm, y una cola de 35 a 49 cm, este felino revela un pelaje suave de tonos amarillo pardo o marrón grisáceo, adornado con manchas y líneas negras. Ágil y astuto, el Tigrillo Fino es el único felino neotropical con una articulación en el tobillo que le permite descender por troncos verticales con la cabeza hacia abajo, una adaptación única que lo distingue.
Comportamiento y Amenazas:
Este felino, de hábitos nocturnos, arborícola y terrestre, se enfrenta a amenazas significativas. La caza ilegal, impulsada por la demanda de su piel, y la pérdida de hábitat debido a la deforestación son los principales riesgos. A pesar de ser clasificado como casi amenazado por la UICN y estar en el Apéndice I del CITES, su población sigue disminuyendo rápidamente.
La supervivencia del Tigrillo Fino está en nuestras manos. Su contribución a la ecología y su singularidad como especie deben preservarse. Detener la caza ilegal y fortalecer los esfuerzos de conservación son pasos esenciales para proteger su hábitat. La comunidad global tiene la responsabilidad de garantizar que esta maravilla neotropical siga siendo una parte vital de nuestro ecosistema.
Fuente: Mongabay.com
Redactado por: Natali Tarazona
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