La música peruana: un canto eterno a la diversidad
- agencia ultimahora
- 28 ene
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Imagen: Música- Perú
Al caminar por las calles de cualquier ciudad peruana, desde Tumbes hasta Puno, es imposible no ser envuelto por los ritmos y sonidos que narran la historia de un país diverso. Perú es un país que vive y respira música; cada región, cada pueblo, y cada rincón tiene un sonido propio que cuenta su historia, mezcla de antiguas tradiciones y nuevas influencias.
La música peruana es, ante todo, un reflejo de su geografía y de su gente. En la costa, los sonidos afroperuanos resuenan con fuerza. El cajón, ese instrumento que parece contener siglos de resistencia y alegría, marca el ritmo de la marinera limeña y del festejo. Las voces cantan historias de esclavitud y esperanza, mientras las guitarras acompañan con una cadencia que parece imitar el vaivén de las olas del Pacífico.
En la sierra, los Andes cantan con el viento. Es aquí donde la quena y el charango se convierten en protagonistas. Melodías melancólicas que evocan montañas imponentes y paisajes de ensueño. Las canciones en quechua y aymara no solo son bellas, sino también profundamente espirituales. En estas tierras, la música está íntimamente ligada a las festividades religiosas, como la Fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno, donde los sikuris y las danzas tradicionales llenan de vida las calles y plazas.
La selva, por su parte, es pura energía. Sus sonidos son una invitación a celebrar la vida. Instrumentos como los tambores y las flautas imitan los sonidos de la naturaleza: el canto de los pájaros, el susurro del río y el rugido de la selva misma. Las danzas y canciones amazónicas, aunque menos conocidas fuera de Perú, tienen un poder hipnótico que conecta a quien las escucha con la esencia misma de la tierra.
Pero la música peruana no solo vive en la tradición; también ha sabido reinventarse y adaptarse al mundo moderno. En el siglo XX, figuras como Chabuca Granda llevaron la música criolla a niveles internacionales con canciones inolvidables como "La flor de la canela".
Al final, la música peruana es más que un conjunto de géneros o estilos: es la expresión viva de un país que no olvida sus raíces, pero que tampoco teme mirar hacia el futuro. Es un canto que nunca deja de resonar, una invitación a explorar las profundidades de un pueblo.
Redactado por: Diego Vásquez Carrera
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