Escrito por: Joohn Raúl Oblitas Carreño
La última semana ha arrastrado un sin sabor a derrota. Pues no podemos negar que Perú es un país al que le gusta, vive y se apasiona por el fútbol. Ni Keikos, ni Castillos, ni siquiera el Covid importa cuando juega la selección. Pues la gente vibra desde sus casas y antes de pedir de que baje el dólar, piden que Perú no baje más en la tabla. Y es que no importa si somos la cola del mundo, si es que la selección gana.
Siendo la pérdida de un partido la razón para en negrecer nuestro día y hasta la semana. No importa si los hospitales se desmoronan, o sino hay luz para las clases. Lo único que importa cuando juega el Perú es que gane. Esto lo sabe muy bien el Estado. Sacando provecho de esto cada vez que pueden. Es que Perú es un país futbolero. No importa si otros deportistas ganan oro en otras disciplinas. Solo importa el fútbol. Es que el fútbol es el opio de la sociedad peruana. Y es que el Perú es un país futbolero.
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