La accidentada geografía y la creatividad de las civilizaciones que habitaron nuestro territorio han contribuido a que el Perú posea un sinfín de lugares turísticos dignos de contemplar y disfrutar.
Foto: Perú Travel
Admiramos la ingeniería inca de la ciudadela de Machu Picchu o la belleza del nevado y lagunas del Parque Nacional Huascarán, pero el territorio peruano aún esconde tesoros, como es el caso del Valle de Géiseres de Candarave, en Tacna.
A cuatro horas de la Ciudad Heroica, localizada en el Área de Conservación Regional Vilacota-Maure a 4.300 m s. n. m., en la cuenca del río Calientes, este lugar de ensueño alberga 85 fuentes termales formados producto de la actividad volcánica.
Sus aguas, con temperaturas que varían entre 37 °C y 80 °C —solo algunas son consideradas para bañarse, puesto que, gracias a su alta concentración de sulfuro, tienen propiedades curativas y relajantes—, producen grandes columnas de humo y una vaporización desde el interior de la tierra que maravilla a los turistas.
Esta área de conservación, creada en 2009 para proteger la cuenca del río Maure, además, posee otros atractivos: imponentes volcanes y nevados, hermosas lagunas y cascadas, iglesias de piedra y sillar, rebaños de alpacas y tropillas de vicuñas silvestres son el aliciente perfecto para no dejar de visitar este tesoro del sur peruano.
¿Cómo llegar?
Lo primero que deberás hacer es viajar a Tacna. Desde Lima, son aproximadamente 22 horas en bus. Mientras que, en avión, el tiempo es de 1 hora y 45 minutos.
Una vez en la Ciudad Heroica, debes dirigirte a la plaza de Armas donde encontrarás diversas agencias turísticas que ofrecen llevarte hacia Vilacota-Maure. El trayecto dura cuatro horas y cuesta 210 soles por persona, incluidos transporte, guía y almuerzo.
Fuentes: Perú Travel/El Comercio
Redactado por Eddy Bejarano
Comments