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ALAN GARCÍA: SEIS AÑOS DESPUÉS DE SU PARTIDA

  • Foto del escritor: agencia ultimahora
    agencia ultimahora
  • 3 feb
  • 2 Min. de lectura

El 17 de abril de 2019 marcó un hito en la historia del Perú. La noticia del suicidio de Alan García Pérez, expresidente de la República y figura emblemática de la política nacional, sacudió al país. Hoy, seis años después, su partida sigue generando debate, reflexiones y emociones encontradas sobre su legado político, su vida personal y el impacto de sus decisiones.


Cabe resaltar que fue uno de los líderes políticos más influyentes y controvertidos del Perú en las últimas décadas. Dos veces presidente, entre 1985-1990 y 2006-2011, su trayectoria estuvo marcada por una combinación de logros, errores y sobre todo escándalos. En su primer gobierno, el país experimentó una grave crisis económica e hiperinflación, mientras que, en su segundo mandato, su gestión estuvo asociada al crecimiento económico y proyectos de infraestructura, aunque no exenta de críticas por los efectos desiguales de dicho crecimiento.


Su figura polarizó a la sociedad peruana: para unos, un orador brillante y un estratega político; para otros, símbolo de una " rata " dentro del sistema político, con denuncias de corrupción que lo persiguieron hasta sus últimos días. La decisión de quitarse la vida para, según sus propias palabras, "no ser sometido a la injusticia ni al circo mediático", abrió un nuevo capítulo en la percepción pública de su legado.


Seis años después de su fallecimiento, su influencia sigue presente en el escenario político del Perú. Sus partidarios, nucleados en el Partido Aprista, enfrentan desafíos para redefinir su identidad en un contexto de desconfianza generalizada hacia los partidos tradicionales. Al mismo tiempo, las investigaciones sobre actos de corrupción asociados a su figura como el caso Lava Jato y las supuestas vinculaciones con Odebrecht han avanzado, pero con resultados que aún dejan preguntas abiertas a todos los peruanos.


La muerte de Alan García no solo es un recordatorio de los claroscuros de la política, sino también de la fragilidad humana, del poder y la ambición, del que tanto puedes dar por un partido político y que tan bien estamos en salud mental. Detrás del político polémico, estaba el hombre que lidiaba con las tensiones y responsabilidades que conlleva el ejercicio del poder. Su trágico final nos invita a reflexionar sobre la salud mental de los líderes y sobre cómo el peso del poder público puede impactar profundamente en lo personal.

El Perú sigue enfrentando desafíos enormes: la lucha contra la corrupción, la reconstrucción de instituciones sólidas y la necesidad de reconciliación en una sociedad profundamente dividida. Más allá de la figura de Alan García, la pregunta central sigue siendo: ¿qué hemos aprendido como país de los errores y aciertos de nuestra historia reciente?

 La historia no debe repetirse, pero para ello es esencial entenderla en toda su complejidad. Seis años después, el Perú continúa en busca de respuestas.

 

 

 

Redactora: Xiomara Ibáñez.

 
 
 

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