La Educación Básica Alternativa (EBA) emerge como un rayo de esperanza para numerosos peruanos que buscan expandir sus horizontes dentro de sus propios proyectos de vida, mediante un enfoque educativo más adaptado a sus necesidades individuales. No obstante, esta modalidad educativa encuentra su razón de ser en la cruda brecha educativa y social que enfrenta nuestro país.
Por ello, el 18 de abril del 2005 se marca el inicio del proceso de transformación de los Centros de Programas de Educación Primaria y Secundaria de Adultos, a Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA). Este hito transcendental se sitúa en la Ley General Educación 28044 y el Reglamento de la Educación Básica Alternativa, DS N° 015-2004-ED, evidenciando no solo el compromiso del Estado peruano en la lucha contra las brechas educativas, sino también su empeño en brindar oportunidades inclusivas a quienes buscan completar su formación básica.
Es importante considerar que el público objetivo de esta iniciativa recae en ciudadanos mayores de 14 años que no lograron integrarse al sistema educativo debido a diversos factores, como la ubicación geográfica en zonas rurales, los costos elevados de la educación, la desigualdad de género y el abandono escolar. Estas afirmaciones son respaldadas por las últimas estadísticas del Ministerio de Educación, donde se revela que aproximadamente el 15% de los estudiantes en el país se ven obligados a abandonar prematuramente las aulas.
En conclusión, debemos reconocer la importancia de la Educación Básica Alternativa (EBA) en el desarrollo individual y colectivo, especialmente en esta fecha conmemorativa del 18 de abril. Un reciente estudio del Banco Mundial ha evidenciado que cada año adicional en la educación incrementa los ingresos individuales en un 10%. Por lo tanto, potenciar la EBA no es una opción, sino un deber imperativo hacia la evolución de una sociedad del conocimiento.
Comments