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LOS JINETES DE LA CORRUPTALIPCIS



Faltan solo semanas para las próximas elecciones presidenciales y congresales. Siendo la corrupción el principal parásito a extirpar del Estado Peruano, lo que nos atañe. Por ello es recomendable proponer los posibles componentes de este doloroso y frustrante mal. A estos componentes los llamamos irónicamente: “Los jinetes de la corruptalipcis”, haciendo un juego de palabras, referentes a los jinetes del apocalipsis, que son los conductores de las desgracias.

El primer jinete es la soberbia, es aquella sensación de que somos autosuficientes en exceso y que no necesitamos de nadie ni de nada. Actuamos por instinto y no empatizamos, pues no existe en el espectro mental el concepto de otredad. Por consecuencia, nuestro accionar está sujeto a satisfacer nuestro sentimiento de superioridad de una manera despreciativa.

El segundo jinete, la envidia, que es el deseo de tener lo que otro tiene, ésta sin duda, parece ser otro mal del que padecen nuestras autoridades, pues pertenezcan o no a la clase pudiente del Perú, siempre quieren más. Sea pobre o sea rico el funcionario, termina cayendo en la mordida, la coima o el lobbismo. Generando la ineludible imagen de ser un hombre (varón o mujer) de un gran endeudamiento emocional que carece de valor; sintiendo algo medianamente cercano, por medio del poder y el dinero que ostenta.

Tercer jinete, falta de identidad. Es cuando se ignora quién soy, existe una no presentación en cómo actúo y quién soy. La persona no tiene claro sus valores personales ni cómo debe actuar frente a una situación trascendental, como la que es servir a la sociedad. Es como vivir en automático, como si se tratará de un androide. Soltando frases descabelladas como: “Si te quieres matar, te subes a un edificio y te tiras”.

El cuarto jinete se desprende de los otros tres y es la miseria, que se refiere a la profunda tristeza que padece una persona con respecto a la percepción y el futuro de su realidad. Si has dejado que la soberbia ingrese a tu forma de ser, si la envidia carcome tu corazón, si la falta de identidad te pone en evidencia frente a situaciones de asuntos sociales, no te queda otro camino más que la miseria espiritual. Finalizo señalando, que el próximo presidente y próximos congresistas deben trabajar más en eliminar de su Ser éstos cuatro parásitos, para estar al servicio de una sociedad con el mismo cáncer.

Agencia de Noticias – Última Hora

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