Las demandas de los padres de familia, que aumentaron a raíz de la pandemia, se relacionan con el colegio y el trabajo en casa, además de la realización de las labores del hogar y otras responsabilidades, está la incertidumbre por el futuro económico y de salud de la familia, los cuales son factores de estrés constante.
Estas situaciones generan preocupación y se suman a uno de los mayores problemas que han venido enfrentando los padres desde que inició la cuarentena. Sobra decir que la ansiedad también es una de las consecuencias de la preocupación constante que conlleva ser cabeza de hogar.
La pandemia obligó a muchos a limitarse con respecto a sus antiguas costumbres y comodidades, por ello, es necesario comprender que esta crisis trajo consigo una ola de cambios en nuestras vidas. Sin embargo, la batalla por los hijos jamás termina. Es precisamente por eso, que los padres deben mantenerse enfocados en no perder el autocontrol.
La psicóloga del Equipo de Salud Adolescente del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Mariela Tavera, advirtió que el estrés y otras circunstancias generan en los padres inestabilidad emocional, afecta los vínculos familiares, sobre todo en los niños, quienes captan muy rápidamente los cambios de humor de los padres.
Cabe resaltar que la salud emocional y la de cada miembro de una familia vale más que cualquier otra cosa en la vida. Cada uno está luchando a su forma, a su ritmo, con las herramientas y capacidad que tienen. ¡Y eso significa que lo están haciendo bien!
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