La apropiación cultural se define como la acción de un grupo opresor que utiliza, despoja o se adueña de elementos culturales, como diseños, prendas, bordados o técnicas, de un grupo históricamente oprimido. Este tema generó polémica recientemente en un conversatorio titulado "Orígenes", organizado por Vogue. Durante el evento, la diseñadora Anis Samanez descalificó a la comunidad shipiba al afirmar: “Me pidió $5 000 por enseñarme su cultura, que es mía”. Estas declaraciones fueron recibidas como un ejemplo claro de la desconexión entre su perspectiva como diseñadora y el respeto hacia las culturas originarias.
En el contexto peruano, la comunidad shipiba posee un sistema de bordado llamado kené, el cual refleja su cosmogonía y tradiciones ancestrales. Este arte, transmitido de generación en generación, no solo tiene un valor estético, sino también espiritual y cultural. El problema surge cuando elementos como estos son utilizados con fines comerciales, sin un entendimiento profundo ni un reconocimiento adecuado. Esto constituye un caso evidente de apropiación cultural, donde las técnicas y saberes se explotan sin respetar su origen ni a las comunidades que los crearon.
La postura de Anis Samanez, quien justifica su discurso como parte de un cambio necesario en el diseño de moda, ha sido calificada como simplista y desconectada de la realidad. En Latinoamérica, la costura y las técnicas textiles forman parte intrínseca de la identidad cultural, y muchas de estas técnicas se mantienen en secreto para preservar su autenticidad. Reducirlas a simples herramientas de mercado no solo invisibiliza su riqueza histórica, sino que también perpetúa las desigualdades entre los diseñadores privilegiados y las comunidades originarias.
Hablar de responsabilidad social en la moda requiere un enfoque más profundo. Amar una cultura no puede quedarse en lo superficial; implica reconocer los derechos de las personas que la sustentan y garantizar que tengan los mismos beneficios y oportunidades. Hasta que esto ocurra, cualquier intento de apropiarse de elementos culturales seguirá siendo una explotación disfrazada de homenaje.
Redactora: Rei Hinojosa
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