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Editorial: Reivindicación y justicia, ¿Para cuándo?

Ha sido una semana muy difícil para nuestro país, se percibe el descontento, el desasosiego y la indignación. ¿Y cómo no estar molesto? ¿Y cómo no indignarse? Si vemos que nuestros gobernantes siguen sin ponerse de acuerdo en un momento en el que el país atraviesa por una de sus más grandes crisis económica y política; además de la pandemia que continúa cobrando muchas vidas.


Protestas y el bloqueo de las carreteras de los trabajadores del sector agroindustrial, deja como saldo dos muertos; uno entre los manifestantes, y otro atropellado al que la ambulancia no pudo atender; policías heridos y viajeros atrapados y varados en los caminos.


Este problema con el sector agrario es una carga que arrastramos desde años atrás. Hasta ahora ningún gobierno ha tenido la voluntad de comprarse el pleito. No puede ser que en pleno siglo XXI veamos la explotación y el abuso que sufren los trabajadores, y nuestras autoridades se hagan de la vista gorda por solapar intereses mezquinos y millonarios. Los agricultores son una parte importante en la alimentación de todos, gracias a ellos tenemos algo que llevarnos a la boca en nuestras mesas, gracias a ellos la gastronomía es un boom mundial, un éxito. Debemos darle la importancia debida no permitiendo abusos y que se exalte su trabajo. Qué pena que continúe en el último eslabón de la cadena.


Por otro lado, ¿Por qué esperar a que haya víctimas humanas? ¿Por qué el gobierno reacciona tarde? Las demandas de los trabajadores tienen y merecen ser escuchadas, atendidas de inmediato, pero su protesta debe ser legítima y canalizarse de manera legal, transparente y pacífica.


Los medios de comunicación deslizan información sobre la intervención de terroristas infiltrados y de izquierda que azuzan a los trabajadores que les conviene crear caos y zozobra para después autoproclamarse como la única salida y opción que tiene el pueblo. Es muy conocido por historia el recorrido y reputación de la izquierda extremista, ya el terrorismo causó mucho daño al país décadas atrás, no queremos más violencia, queremos desarrollarnos con igualdad de oportunidades. La corrupción es una lacra que está enquistada en todos los fueros. La corrupción es aquella que no nos deja avanzar y desmerece cada esfuerzo o buenas intenciones que tengamos como nación.


También los medios mencionan que podrían haber agrupaciones políticas infiltrándose en la paralización, provocando para encender la violencia y asesorando a los trabajadores en huelga para que no reconozcan representantes de parte del Estado y del sector privado que se presentaron desde el primer día.


¡Cuidado! con no saber reconocer a los lobos con piel del cordero, los llamados caviares; ¡Cuidado! a la hora de elegir por quien votar, luego no digamos que nos decepcionó; ¡Cuidado! Presidente Sagasti no deje de ver los intereses ocultos detrás de éstas protestas que son justas y legítimas pero que son aprovechadas por violentos provocadores. No permita la inseguridad, el caos y que se vulneren los derechos de los ciudadanos mientras usted está a cargo. Que la policía deje de cometer excesos en las protestas, exigimos mayor organización y responsabilidad a la hora de actuar para contener la violencia.


Hay mucho por hacer y solucionar, pero estaremos atentos y expectantes a cada paso que se dé, a cada decisión que se tome, desde ésta tribuna alzaremos nuestra voz para no permitir que nos quieran engañar, ¡ya no más! Porque ingenuos, no somos.

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