El deporte como refugio y motor de vida

En la adolescencia, una etapa marcada por cambios físicos, emocionales y sociales, muchos jóvenes buscan un espacio donde sentirse comprendidos y valorados. El deporte emerge como un refugio, un lugar donde canalizar emociones, construir identidad y encontrar un propósito.

Rescatado de: Onda Cero

La práctica regular de actividad física no solo fortalece el cuerpo, sino que también tiene un impacto significativo en la salud mental de los adolescentes. Según la Organización Mundial de la Salud, la actividad física en niños y adolescentes mejora la salud mental, la capacidad cognitiva y reduce la grasa corporal.

Además, estudios han demostrado que el ejercicio regular ayuda a reducir la ansiedad y la depresión en adolescentes, promoviendo una mayor autoestima . El deporte también fomenta habilidades sociales, como el trabajo en equipo y la empatía, esenciales para el desarrollo personal.

En entornos donde los jóvenes enfrentan desafíos como la violencia, la pobreza o la falta de oportunidades, el deporte puede ser una herramienta poderosa para la inclusión y la resiliencia. Iniciativas como las de Unión Rugby Almería han demostrado cómo el deporte puede ser un vehículo para la integración social y el bienestar emocional.

El deporte ofrece a los adolescentes mucho más que beneficios físicos; les brinda un espacio para crecer, aprender y superar obstáculos. Es un motor que impulsa la confianza, la disciplina y la esperanza. Fomentar la práctica deportiva en los jóvenes es invertir en una sociedad más saludable, resiliente y cohesionada.

Fuente: Organización Mundial de la Salud

Redactado por: Dayanara Huamani