En el botiquín de nuestro hogar es común encontrar estos dos populares analgésicos. Pero no siempre sabemos cuál elegir cuando nos duele algo o tenemos fiebre, así que muchas veces optamos por el que hallamos primero. Pero ¿en qué casos debemos usar el paracetamol o ibuprofeno?
Foto: Vitónica
Paracetamol
Este fármaco tiene una doble función, es de la doble A: es antipirético y analgésico. Es decir, nos sirve tanto para controlar la fiebre como para mitigar el dolor. Lo podemos hallar generalmente en concentraciones de 500, 650 o 1.000 miligramos.
Una de las partes más positivas del paracetamol es que no daña el estómago, no es gastroerosivo. Es el analgésico de elección en las mujeres gestantes y, durante la lactancia materna, pueden tomarlo con tranquilidad porque se considera seguro y compatible con la misma.
Pero, como todo fármaco, tiene una parte negativa. Si nos pasamos de dosis, puede tener consecuencias muy graves sobre nuestro hígado.
Ibuprofeno
Este fármaco es de la triple A, puesto que actúa hasta de tres maneras diferentes sobre nuestro cuerpo: es antipirético, analgésico y antiinflamatorio. Nos sirve, por tanto, para controlar la fiebre, el dolor y la inflamación.
En las boticas y farmacias podemos hallarlo en su presentación habitual: en sobres o comprimidos de 400 o 600 miligramos.
Con el ibuprofeno debemos tener especial precaución porque puede dañar fácilmente nuestro estómago, especialmente si el consumo es continuado, ya que puede llegar a producir lesiones importantes con sangrado en la mucosa gástrica.
¿En qué casos debo tomar cada uno?
Lo aconsejable es que nos decidamos por el paracetamol cuando tengamos fiebre o un dolor que no implique inflamación, como, por ejemplo, el típico dolor de cabeza.
En cambio, nos decidiremos por el ibuprofeno cuando tengamos fiebre o un dolor de carácter inflamatorio, como puede ser el dolor muscular por una contractura o el articular.
¿Puedo alternar paracetamol con ibuprofeno?
Mejor no. Esto es algo que haremos como último recurso si no hay otra forma de bajar la fiebre, y siempre recomendado por tu médico o, si es para tu niña o niño, por su pediatra. Al asociar los dos medicamentos, sumamos los efectos secundarios, por lo que de inicio intentaremos en toda ocasión controlar la fiebre solamente con uno de los dos.
Fuente: El Mundo
Redactado por Eddy Bejarano
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