Actualmente, la prensa televisiva, pasa por una transición de somnolencia y ociosidad mental. Pero antes recordemos que significa ser ético, periodísticamente hablando, es respetar las normas de comportamiento que se establecen en el trato diario con la información y la colectividad, durante el ejercicio de la profesión.
¿Eso se respeta en nuestro país?, La respuesta es obvia, ¡No!; pero una pregunta más importante es ¿Por qué?, será acaso, además de lo que señala Marcelo Fernández, aludiendo a las “cabezas parlantes”, que existe el interés, que para los que nos instruimos en comunicaciones no es nada desconocido, de mantener a la gente apaciguada, pasiva, es decir simples consumistas, que ya no tenga ni siquiera la capacidad de elegir lo que quieren ver, sino que ya se han resignado a mirar en la “caja boba”, cualquier cosa que ahí salga y se mueva, para en forma ofensiva aceptar miserablemente que se está divirtiendo o en algunas ocasiones dicen “Me estoy informando”.
Causa mucha pena que proliferen programas conducidos por elementos que actúan de una manera chabacana en una difusión de sus “noticias” y como la comunicación social no deja de tener impacto, resulta que los televidentes terminan siendo chabacanos e ingresando al acumulado ejército de personas carentes de personalidad y criterio cívico, manipulados por un irresponsable que lo único que le interesa es gozar de la buena paga que realizan sus patrocinadores, gobiernos de turno y/o empresas que lo contratan.
Lamentablemente, en el país, se hace uso indebido de la libertad de expresión, con fines que no educan a las personas y que al contrario deforman la conciencia y los principios del hombre, cómo, por ejemplo, el respeto a la verdad.
En este sentido, los medios de comunicación en nuestro país deberían deslindar con los antivalores ya que hasta ahora no nos consta que lo hagan de una manera sincera y efectiva, permitiendo que los peruanos continúen menospreciando la democracia y siendo víctimas de la mediocridad y vulgaridad.
Lo que quiero decir es que la prensa se convierte poco a poco en un herramienta de la televisión, es decir cómo en la mitología griega, en una Medusa, ¿Por qué?, porque petrifica al público haciéndolo creer que lo que ve en la televisión es verdad, ocasionando una gran violación en su código de ética, y dañando tremendamente al público, pues lo mantiene engañado; y de la noche a la mañana se convierten en piedras, que no tienen ningún interés en debatir en temas como la política nacional, ni en criticar a sus autoridades. Esto se debe al efecto narcotizador que los medios informativos han permitido que ocurriese.
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