La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), que incluye la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) y la esteatohepatitis no alcohólica (NASH), suele ser una enfermedad asintomática con pocos o ningún síntoma. Incluso los pacientes con cirrosis debida a esteatohepatitis no alcohólica pueden estar asintomáticos.
Si el paciente tiene síntomas, puede sentirse cansado o tener molestias en la parte superior derecha del abdomen.
Los expertos todavía están estudiando las causas de NAFLD. La investigación sugiere que ciertas condiciones de salud, genes, dieta y sistemas digestivos pueden predisponer a una persona a NAFLD.
AFECCIONES:
Sobrepeso u obesidad.
Resistencia a la insulina o diabetes tipo 2.
Concentraciones anormales de grasas en la sangre, que podrían incluir:
Concentraciones altas de triglicéridos
Concentraciones anormales de colesterol: colesterol total alto, colesterol LDL alto o colesterol HDL bajo
Síndrome metabólico o uno o más rasgos del síndrome metabólico. El síndrome metabólico es un grupo de rasgos y afecciones médicas relacionadas con el sobrepeso y la obesidad. Los médicos definen el síndrome metabólico como la presencia de tres de las siguientes características:
Cintura ancha.
Concentraciones altas de triglicéridos en la sangre.
Concentraciones bajas de colesterol HDL en la sangre.
Presión arterial alta.
Concentraciones de glucosa en la sangre más altas de lo normal o un diagnóstico de diabetes tipo 2.
CAUSAS:
Trastornos, conocidos como lipodistrofias, que hacen que el cuerpo use o almacene grasa de manera inadecuada.
Adelgazamiento rápido o desnutrición.
Algunos medicamentos, incluso los corticosteroides NIH external link, el tratamiento del VIH External link, estrógenos NIH external link, ciertos medicamentos utilizados para tratar el cáncer y otros.
Exposición a algunas toxinas.
Enfermedades genéticas raras, como la enfermedad de Wilson (en inglés) e hipobetalipoproteinemia.
TRATAMIENTO:
Los médicos recomiendan bajar de peso para tratar la enfermedad del hígado graso no alcohólico, incluida la enfermedad del hígado graso no alcohólico o la esteatohepatitis no alcohólica. Perder peso puede reducir la grasa, la inflamación y la fibrosis o cicatrización del hígado.
Si un paciente tiene sobrepeso o es obeso, la pérdida de peso mediante la elección de alimentos saludables, la restricción de porciones y la actividad física pueden mejorar la NAFLD, ya sea NAFLD con alcohol o NASH. Perder al menos del 3 al 5 por ciento de su peso corporal puede reducir la grasa en su hígado. Perder del 7% al 10% del peso corporal puede requerir una reducción de la inflamación y fibrosis del hígado. El ejercicio físico por sí solo, incluso sin perder peso, es beneficioso.
Fuente: NIDDK
Redactado por: Alexandra Meza
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