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Nuevos estragos de la erosión del río Coca: deforestación, indemnizaciones y derrames de petróleo


Un reciente análisis de la erosión regresiva del río Coca en Ecuador, desencadenada tras la desaparición de la cascada San Rafael en 2020, revela un alarmante incremento del 911 % en áreas erosionadas, perdiéndose 508 hectáreas de bosque nativo entre junio de 2020 y enero de 2024. Este fenómeno, que avanza rápidamente, ha ocasionado repetidas rupturas de oleoductos, derrames petroleros y la destrucción de infraestructuras como puentes y carreteras.

Foto: EcoCiencia


La comunidad de Puerto Madero, afectada por derrames de petróleo en abril de 2020 y enero de 2022, fue reconocida judicialmente como víctima de estos eventos. Sin embargo, aún esperan indemnizaciones y reparación. Organizaciones ambientales y de derechos humanos presionan a la Corte Constitucional para que se pronuncie sobre una acción de protección interpuesta hace más de tres años.


El 23 de marzo de 2024, un nuevo derrame de petróleo del oleoducto OCP afectó al río Coca, agravando la situación. Aunque la empresa afirma haber controlado el incidente, aún se observan restos de crudo en la zona y se desconoce la cantidad vertida.


Expertos como Matt Terry del Ecuadorian Rivers Institute critican la falta de monitoreo continuo del oleoducto, sugiriendo prácticas más rigurosas similares a las del oleoducto de Alaska. La Fundación EcoCiencia y el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) publicaron un informe alertando sobre la pérdida de 508 hectáreas de bosque nativo debido a la erosión, subrayando la necesidad urgente de medidas mitigatorias.


La comunidad de Puerto Madero, con el apoyo de la Defensoría del Pueblo, logró una sentencia favorable que obliga a las empresas responsables a indemnizarlos, marcando un precedente para otras comunidades afectadas en la región. Sin embargo, la implementación de estas medidas aún está pendiente, y las comunidades siguen esperando justicia y reparación efectiva.

La erosión regresiva del río Coca continúa siendo un desafío ambiental significativo, afectando tanto al ecosistema como a las comunidades locales. La situación demanda una respuesta inmediata y eficaz de las autoridades y las empresas involucradas para mitigar los daños y evitar futuros desastres.


 

Fuente: Mongabay.com

Redactado por: Natali Tarazona

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