A través de una reveladora investigación presentada en el programa "Punto Final", se desvela el sorprendente viaje de la familia Quispe desde sus humildes comienzos como vendedores ambulantes de verduras en La Parada, hasta convertirse en exitosos empresarios. Su historia ilustra una notable transformación en el competitivo mundo de los negocios, en particular en el renombrado enclave comercial de Gamarra.
Foto: composición LR/captura de Youtube/Latina
Los Quispe tomaron un giro audaz al observar el progreso constante de Gamarra. Decidieron abandonar la venta ambulante de verduras y abrazar el emergente sector textil, un paso que implicó ahorrar lo suficiente para adquirir una máquina de coser y aprender el arte de la confección.
Día tras día, Oscar Quispe recorría 20 minutos desde el cerro El Pino hasta Gamarra, llevando sus productos. Oscar comparte que, durante esos desplazamientos, atravesando zonas como el Pesquero y San Pablo, llevaba un desarmador para su protección.
Las prendas confeccionadas por los Quispe generaron gran demanda entre comerciantes de todo el país, lo que los llevó a tomar un paso audaz: la adquisición de lotes en Gamarra para alquilar como espacios comerciales. Esta estrategia no solo cimentó su posición empresarial, sino también permitió que sus hijos abandonaran el cerro El Pino para trasladarse a un vecindario residencial en San Borja.
La historia de los Quispe se erige como una poderosa inspiración de cómo la resiliencia y la adaptabilidad pueden convertir modestos inicios en logros notables. Su evolución de vendedores ambulantes a líderes empresariales en Gamarra demuestra el poder transformador de la determinación y la visión estratégica.
Fuente: La República
Redactado por: Natali Tarazona
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